jueves, 16 de diciembre de 2010

NOAM CHOMSKY Y LAS 10 ESTRATEGIAS DE MANIPULACIÓN MEDIÁTICA

1. La estrategia de la distracción

El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las elites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. “Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales (cita del texto ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.

2. Crear problemas y después ofrecer soluciones

Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.

3. La estrategia de la gradualidad

Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.

4. La estrategia de diferir

Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.

5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad

La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad (ver “Armas silenciosas para guerras tranquilas”)”.

6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión

Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido critico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…

7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad

Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases inferiores (ver ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.

8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad

Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto…

9. Reforzar la autoculpabilidad

Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se autodesvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y, sin acción, no hay revolución!

10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen

En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídas y utilizados por las elites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

"LA REALIDAD SUPERA A LA FICCIÓN": Discurso de Scorza en el Simposio Nacional de Narrativa de 1982

Discurso pronunciado por el novelista Manuel Scorza a nombre de los narradores y críticos invitados en la Inauguración del “Simposio Nacional de Narrativa Peruana”, realizada en la ciudad de Ayacucho y organizada por el Departamento Académico de Lenguas y Literatura de la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga, del 18 al 23 de enero de 1982.

Grabado y archivado por el señor Carlos Valer, miembro del Centro de Estudios Audiovisuales de la UNSCH. Transcrito del cassette por Marcial Molina Richter, profesor de Lengua y Literatura de la UNSCH.


Señor Vicerrector, Señores Profesores, Autoridades del Claustro, Compañeros Estudiantes:

Estas son notas que estoy terminando de preparar, porque en Literatura como en fútbol a veces las mejores jugadas son las improvisadas.

No voy a pronunciar un discurso de tipo académico, porque no es mi rol; aquí hay un corpus académico. Voy a hablar un poco de literatura simplemente. Y voy a comenzar con una anécdota ocurrida en Centroamérica, me viene a la memoria, porque leyendo “El Diario”, hoy día en la mañana encontré en el conflicto que oponen al Alcalde de Chorrillos y al Club Regatas, el pueblo había llevado un ataúd que dice: “Aquí yacen las leyes de la Constitución”.

Bueno, no todo es drama y todo es drama. Y esto me trajo a la memoria algo que ocurrió en Centroamérica allá por 1910, la fecha no es muy exacta, en la que era presidente, porque fue cuatro veces presidente y cuatro veces reelecto, Estrada Cabrera.

Estrada cabrera, uno de estos tiranos excesivos y terribles de América Latina, era como todo tirano y como todo dictador, un loco, un delirante. En una oportunidad, él llegó a ser reelecto por una votación, y esto explica cuáles son las raíces del drama guerrillero que está viviendo Guatemala, por una votación que supera no sólo a la población de Guatemala, sino que supera a la población de Centroamérica. Y esto consta y constó en las actas oficiales, porque los documentos oficiales mentían.

Y en otra oportunidad, llegó a Guatemala una terrible plaga de langostas. Y esta terrible plaga de langostas asoló la agricultura de Guatemala: la destruyó totalmente. Y la plaga ante la impotencia y la falta de cuidado total del gobierno, un día se fue como vino. Se fue dejando en ruinas la agricultura de Guatemala, y entonces, los áulicos del dictador, no conformes con los desastres de la naturaleza, inventaron un voto de aplauso, que debería dirigirse al Presidente de la República, que la Cámara de Representantes de Guatemala debería dirigir al Presidente de la República, agradeciéndole los esfuerzos desplegados por el gobierno en la extinción de la plaga de langostas. Muy bien… era una ocasión para adulones y ayayeros que son los que forman la mayoría silenciosa en política. Estaban en la votación en el Congreso de Guatemala, y esto lo cuenta el historiador Valladares en su libro, un libro extraordinario que se llama “Ese Pericles”, porque en América Latina la realidad es hasta hoy más fuerte que la literatura, sólo que la realidad no sabe hablar y por eso estamos los escritores que intentamos hablar por la realidad, pero conscientes siempre que muchas veces, no vamos a reflejar todo el poder que tiene la realidad. Estaban como estábamos acá nosotros, porque imaginemos que esta fuera la Asamblea de Guatemala, votando el voto de aplauso, cuando –dice Valladares- por un capricho de la naturaleza, el viento retrotrajo la plaga y millones de langostas, decenas de millones de langostas, volvieron a cubrir de nuevo la ciudad y el local del Congreso, se convirtió –dice Valladares– la noche en día. Y entonces los senadores y los diputados aterrados se vieron ante dos posibilidades: o votar por la realidad y desmentir al Presidente, y declarar que era un farsante que no había exterminado la plaga; o negar a la realidad que veía todo el mundo y acatar la irrealidad que encarnaba el voto de aplauso del Presidente. Naturalmente, como las langostas se van y los dictadores se quedan, votaron a favor del voto de aplauso.

Siempre he citado esta anécdota, porque es una de las anécdotas claves de la anécdota americana; esta dicotomía profunda, grave, esquizofrénica que se produce entre la realidad y el reflejo de la realidad; porque, y aquí volvemos a esos libros de chistes, a esos libros de humor negro, a esa malas colecciones de chistes sangrientos que son las constituciones sudamericanas (y esto no lo digo porque ayer hayan llevado un ataúd con la Constitución en Chorrillos, lo dije ya en una oportunidad, incluso creo en la televisión peruana en la campaña electoral), esa dicotomía ha impedido ver la realidad. Quien en mi opinión ha sabido ver la realidad, ha sido la literatura. Porque la literatura no tuvo anteojeras para ver la realidad.

La primera descripción real, incluyendo a escritores de derecha, o a escritores del centro o a escritores de izquierda –subrayado, simplemente escritores– lo otro es, en este caso, secundario, no la formula las Ciencias Sociales, no la formula ciencias, simplemente la formula la literatura, porque es la única que se enfrenta a lo empírico, la única que describe los hechos.

Aludía el catedrático que me precedió (*), a los relatos ayacuchanos de Julio Ramón Ribeyro, claro esos relatos conocemos, y esos relatos si se pueden aceptar en Ayacucho es por que describe bien a Ayacucho, porque a nivel de ese tipo de literatura no se pueden mentir. Es éste para mí el aporte fundamental de los escritores, aparte del de su arte, aparte de su maestría en la palabra, aparte de lo que como belleza puedan dar a ese ser humano tan desgraciado en este tiempo, el valor de la literatura, el valor y el fondo que yo personalmente le pondría a nuestras reflexiones.

No están acá todos los invitados, porque por razones de viaje van a ir llegando por lotes, pero si hemos tenido todos a venir acá haciendo no esfuerzos, porque no es esfuerzo estar antes ustedes y para muchos es una postergada alegría como para mí estar en Ayacucho. Si hemos tenido a estar aquí presentes, es fundamentalmente señor Vicerrector, y le ruego transmitir mis palabras al señor Rector, porque queremos que con nuestras presencias, que son presencias de críticos eminentes o de narradores de algún prestigio, se refuerce la imagen de la atacada universidad de Huamanga.

En este mundo de Barbarie, de crímenes y de asesinatos, que es la historia del Perú desde que llegaron los conquistadores hasta hoy; en este mundo en el cual hay un mundo muerto que es el mundo indio; en este momento grave que vive el Perú y que vive América Latina ante problemas sin solución, ha quedado y quedará siempre, la Universidad, será cualquiera que fuera su característica, un isla de inteligencia y de reflexión.

Todos nosotros en conjunto como escritores, como académicos y como críticos, estamos en absoluto desacuerdo, con la política de ataque no sólo a la Universidad de Huamanga, sino con la política sistemática de desprecio y de maltrato con que el Estado Peruano ha permanentemente escupido sobre la mejor que ha tenido el Perú: su inteligencia postergada que ha hecho un esfuerzo doloroso por reflexionar y darle cause a sus grandes preocupaciones, mientras aquí ha habido generaciones y generaciones de gentes en el poder que han olvidado que este país es de los peruanos. Muchas gracias por todo. (Aplausos)


(*) Se refiere al discurso pronunciado por el Jefe del Departamento de Lenguas y Literatura de entonces, Dr. Juan Alberto Osorio.